Diario de una excavación

Los objetivos de cualquier intervención arqueológica tienen como punto de partida la investigación: documentar aspectos estructurales, funcionales y cronológicos del elemento patrimonial sobre el que se trabaja, en nuestro caso un tramo de cloaca de Calagurris, teniendo asimismo muy presente su conservación y su interpretación histórica.
La excavación arqueológica se realiza con metodología arqueológica tanto en el desarrollo de la propia excavación como en la recogida y registro de datos. Se trata de identificar y definir estratos de tierra, superficies de destrucción, fosas, rellenos, muros, revestimientos, pavimentos etc., siguiendo el orden inverso al de su formación, En el caso de la cloaca comenzamos a excavar los niveles de colmatación más modernos para acabar en el fondo donde se depositaron los niveles más antiguos.
Los diferentes estratos –denominadas ‘unidades estratigráficas’ = UE- se distinguen por su compactación, coloración, textura, composición, materiales, etc.
Una vez identificada cada unidad estratigráfica, se elabora una ficha en la que se registran datos como: color, composición, compactación, su secuencia física y secuencia estratigráfica.
Durante el proceso excavación, se lleva a cabo un registro gráfico de cada una de las unidades estratigráficas identificadas, mediante la realización de croquis a mano alzada, dibujo lineal a escala de planimetrías, alzados y topografía. También se tomarán fotografías para la elaboración mediante programas de ordenador de ortofotos y modelos 3D.

SEMANA 12-18 DE ABRIL

Desde el pasado lunes, los arqueólogos de Labrys Arqueología, están trabajando en la excavación arqueológica del interior de la cloaca romana. En unas condiciones complicadas, al trabajar en el interior y con la humedad propia del lugar, los primeros trabajos han consistido en organizar la infraestructura y las tareas que se van a desarrollar.
Se ha construido un carrillo para colocar los cubos y capazos, donde se deposita la tierra que se saca de la excavación de cada uno de los diferentes niveles arqueológicos que se aprecian en la sedimentación de la cloaca. Una vez que los cubos se llenan de tierra, se sacan de la cloaca hasta la bodega y se suben a la superficie del solar de las cloacas. En la parte superior se extiende la tierra de cada uno de los niveles excavados de forma diferenciada, se criba y se recogen los fragmentos de cerámica, restos óseos, caracoles, fragmentos de vidrio, restos constructivos, etc. Estos restos se etiquetan para su posterior lavado y siglado.
Los trabajos se han desarrollado a buen ritmo, en esta semana se han excavado 3 metros de cloaca.

SEMANA 19-25 DE ABRIL

Durante esta semana los trabajos de excavación han continuado en la cloaca de la calle San Andrés, llevando ya unos 6 metros excavados.
Entre los rellenos de tierra aparecen fragmentos de cerámica, restos óseos de animales, objetos de hierro -clavos-, fragmentos de vidrio o restos constructivos como tégulas (tejas). Todos estos materiales se recogen y etiquetan para su posterior tratamiento en el laboratorio (limpieza, lavado, siglado e inventariado)
Adjuntamos fotografía con una pequeña muestra de algunos fragmentos de cerámica romana de Paredes Finas, cerámica común, Terra Sigillata lisa y decorada, fragmentos de lucernas y restos de huesos de animal serrados que se utilizaban para elaborar por ejemplo agujas (acus), agujas de pelo (acus crinalis), punzones, etc. 

SEMANA 26 DE ABRIL-2 DE MAYO

El conocimiento y estudio de las cloacas nos permite tener una visión más exacta del entramado urbano de la ciudad romana de Calagurris. La planificación de una ciudad romana lleva implícita la necesidad de canalizar las aguas sucias hacia el exterior de la ciudad. Por esta razón, las ciudades se dotaron de una compleja red de sistemas de evacuación.
Las cloacas discurren generalmente bajo el eje de las calles. Esta ubicación facilita su construcción, las reparaciones y el vertido doméstico. Su función es el encauzamiento subterráneo de las aguas de lluvia, el agua sobrante de las fuentes públicas y de las aguas residuales fuera de la ciudad. La existencia de esta infraestructura va a suponer para los ciudadanos una mejora para la sanidad pública y para su calidad de vida.
La red de saneamiento tenía un carácter público; era proyectada, ejecutada y mantenida por la administración local. Pero, también existían cloacas privadas que tenían derecho a conectarse a la cloaca pública con la autorización de los curatores viarum publicarum, y estaban obligados a pagar un tributo por evacuar aguas a la cloaca pública (cloacarii nomine). Contamos con testimonios escritos en los que se nos habla de las técnicas constructivas de las cloacas, de su importante utilidad al recoger las aguas sucias y transportarlas a los campos; de las adjudicaciones que se hacían para realizar nuevas construcciones, sobre sus reparaciones, mantenimiento o limpieza. La legislación romana se refiere a diferentes aspectos relacionados con las cloacas: se cita la figura del cloacarius (mantenedor de cloacas) que recibía un salario diario de 25 denarios y la comida; se habla de un tributo por limpiar las cloacas (cloacarum purgandarum causa) o de la prohibición de cavar agujeros en las calles.
En Calagurris están documentados varios tramos de cloacas en la calle San Andrés y otro tramo visible en el yacimiento de La Clínica. n los trabajos de excavación desarrollados esta semana se ha documentado la existencia de un nuevo orificio cuadrado en la pared norte de la cloaca. Este agujero es similar a otros ya conocidos localizados en la cloaca anteriormente. Estos orificios pudieron servir como elementos de apoyo para la construcción de la estructura de la cloaca, o simplemente para colocar lucernas que permitieran la iluminación de su interior, si era necesario entrar en la cloaca para limpiarla o realizar alguna reparación.
La semana pasada os mostrábamos algunos materiales recogidos en los rellenos de tierra que colmatan la cloaca. Los fragmentos de cerámica son los objetos que aparecen en mayor porcentaje en las excavaciones. Pero también se acumulan otros objetos como fragmentos de vidrio, objetos de hueso trabajados como agujas, o piezas de hueso recortados y preparados para ser tallados y fabricar nuevas piezas. En estos rellenos, también aparecen restos constructivos (tégulas, teselas, estucos, mármoles, sillarejos de arenisca, cantos rodados, restos de mortero) que formaban parte de las viviendas o de las termas romanas que había en esta zona de la ciudad.
En el momento en que estos restos constructivos se convierten en escombro contribuyeron a lo largo de los siglos a cegar la cloaca.

SEMANA 3-9 DE MAYO

A lo largo de esta cuarta semana de campaña arqueológica en la cloaca romana se ha seguido excavando los rellenos de sedimentos que colmatan la estructura y en los diferentes estratos que se aprecian continúan apareciendo fragmentos de cerámica romana (terra sigillata, jarras de cerámica común, cerámica de cocina), restos óseos de animales, vidrios, fragmentos de bronce y clavos de hierro.
A la vez que se excavan los sucesivos estratos se están recogiendo y empaquetando muestras de tierras para ser analizadas e interpretadas en un laboratorio especializado que nos permitirá acrecentar el conocimiento sobre los procesos de sedimentación, de concentraciones de compuestos de la cloaca, materia orgánica, cambio de color de las tierras, concentración de elementos químicos, etc.
A los 40,96 metros excavados con anterioridad por la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra hay que añadir otros 8 metros más que están siendo excavados actualmente y que van a servir para acrecentar el conocimiento de esta infraestructura de notable importancia en las ciudades romanas.
Además, todo el conjunto podrá ser integrado en un proyecto futuro de musealización, interpretación y difusión del yacimiento, cuyo objetivo final es acercar el patrimonio al visitante, facilitando la comprensión de los restos y promoviendo el conocimiento histórico a todos los públicos.

SEMANA 10-16 DE MAYO

Esta semana los trabajos de excavación en la cloaca nos han deparado un importe descubrimiento. Hemos seguido excavando en el tramo de cloaca de la calle San Andrés, con dirección oeste-este, y en el proceso de excavación hemos descubierto UNA NUEVA CLOACA TOTALMENTE DESCONOCIDA QUE ENTRONCA CON LA YA CONOCIDA.
Este nuevo tramo de cloaca presenta dirección sur-norte y vertía las aguas sucias en el tramo de cloaca conocido hasta ahora, se realizó en un momento que habrá que definir abriendo/picando la pared sur de la cloaca ya conocida y construyendo el tramo ahora descubierto.
Este nuevo tramo (sur-norte) que se ha comenzado a excavar se localiza a 26,20 metros desde la boca de entrada de la cloaca que se sitúa en el interior de la bodega.
Las medidas de este nuevo tramo (sur-norte) son 62 cm de anchura y 110 cm de altura. Tiene una altura menor que el tramo oeste-este, que es de 165 cm, en cuanto a la anchura es tan solo unos centímetros más estrecha que el tramo de la calle San Andrés que tiene 65 cm. Ambos tramos están construidos en opus caementicium utilizando la técnica del encofrado y bóveda de cantos rodados y argamasa.
Este descubrimiento viene a acrecentar el patrimonio arqueológico de la ciudad y además va a permitir indagar en el entramado urbano en esta parte de la antigua Calagurris Iulia.
Este hallazgo abre nuevas perspectivas para la investigación arqueológica de la cloaca romana, donde se están llevando a cabo las excavaciones financiadas por Amigos de la Historia con la aportación de muchos mecenas y la colaboración del Ayuntamiento junto a Labrys Arqueología. Todos ellos han hecho posible este importante hallazgo arqueológico.