Hace unos días, hemos sabido que en los Presupuestos Generales del Estado para 2016, figura una partida de 150.000 euros destinadas a las cloacas romanas de Calahorra, además de inversiones en la catedral y ejecución de la rotonda de acceso al polígono del Recuenco.
Es la primera vez que se contempla una partida para las cloacas aunque tampoco quiere decir que la inversión se vaya a llevar a cabo porque ya tenemos otros ejemplos de inversiones en patrimonio calagurritano, de las que nunca más se supo. A pesar de todo, no deja de ser una buena noticia de la que estaremos atentos. Durante tantos años de inactividad en relación con las cloacas romanas, de ellas solo hemos oído el brindis al sol de su declaración como Bien de Interés Cultural, que está durmiendo aún en el limbo de los justos.
La existencia de la cloaca romana de la calle San Andrés, se constató a finales de los setenta al realizar unas obras de acondicionamiento de una bodega. La asociación Amigos de la Historia de Calahorra, sin ningún tipo de ayuda oficial, las limpió, acondicionó y abrió al público entre 1995 y 2002 gracias a la colaboración del dueño del acceso, consiguiendo durante ocho años que miles de personas pudieran disfrutar de una obra de ingeniería romana, con dos mil años de antigüedad.